Embalse del Guadiloba en Cáceres

Excursión en un día en el que acompañaba el buen tiempo, prediciendo la llegada cercana de la primavera. Lo que debería haber sido un viaje por un camino fijado durante 2 horas escasas, se convirtió en uno de 6 horas campo a través, saltando vallas y esquivando vacas y perros, debido a una equivocación en la elección de una ruta alternativa que pensabamos más corta que la conocida... pero mereció la pena.



El terreno estaba muy blando y húmedo por las lluvias de días anteriores, que junto a riachuelos esporádicos dificultaron la marcha. Aunque también nos fue útil ya que tortugas leprosas y galápagos europeos ( Mauremys leprosa y Emys orbicularis, respectivamente) aprovecharon para pasearse cómodas por el campo y bordes de los riachuelos y alimentarse, momento que pudimos aprovechar en una ocasión para capturar un ejemplar y estudiarlo mas de cerca, por supuesto fue devuelto a su medio despues. Sólo pudimos ver individuos adultos de entre 20-25 cm.





Debido a esas lluvias insistentes de días anteriores se tuvo que desalojar parte del agua del pantano saturado, dando lugar a un aumento del nivel del agua del río lo que trajo consigo algunos problemas para la fauna acuática...
Aún así el río sigue desbordado de grandes peces.



Cerca de una orilla del río encontramos una huella perfecta de un tejón ( Meles meles). Lo malo es que la falta de experiencia hizo que no cayésemos en usar algo para poder medir a posteriori la huella, como una moneda por ejemplo. Sin embargo la marca de las uñas y de la almohadilla central de la palma lo delata... aunque inicialmente lo confundimos con la de un meloncillo (Herpestes ichneumon).



También al cruzar tierras con explotaciones ganaderas ovinas y bovinas, nos hicimos con medio esqueleto de oveja. Pudimos rescatar y repartirnos cráneo, vértebras, fémures, húmeros, escápulas... todo un gustazo para cuatro veterinarios. Y también vértebras de alguna ave, de la cual encontramos su esqueleto posiblemente trás ser capturada por alguna jineta ( Genetta genetta).
Y pudimos ser testigos del traslado del cadáver de una vaca gracias a un ¡tractor!, y del lamento general del resto de sus compañeras que pasaban por su lado oliendo y acariciando el cuerpo.

Finalmente trás llegar al pantano y descansar brevemente para no perder las horas de luz solar, volvimos por el camino correcto cansados y satisfechos de una expedición bastante aceptable.



Noticia relacionada con el vaciado del embalse: http://www.abc.es/hemeroteca/historico-06-11-2006/abc/Nacional/la-presa-cacere%C3%B1a-de-guadiloba-tuvo-que-desaguar-durante-6-horas-por-las-lluvias_1524110438474.html